El desierto de Atacama, Chile

Km 8335

Nos hablaron a menudo del desierto de Atacama, ya en Europa antes de partir y luego también aquí en Chile. Así que estábamos impacientes por llegar a San Pedro d’Atacama, la ciudad que habíamos asociado con este famoso desierto. Nos sorprendió bastante ver paisajes desérticos a nuestro alrededor junto al mar, a varios cientos de kilómetros al sur de San Pedro. Después de investigar un poco, nos enteramos de que el desierto de Atacama no sólo se encuentra en los alrededores de esta ciudad turística, sino que se extiende por todo el norte de Chile, desde la frontera con Perú hasta el sur de Copiapó (según Wikipedia una superficie total de 104 903 km², como referencia Austria sólo tiene 83 871 km²). Puede que piense que durante todos estos kilómetros no pudimos ver mucho, pero le aseguramos que fue un viaje interesante igualmente.

Hay que saber que el desierto de Atacama no es igual en todas partes. En la costa vimos enormes dunas de arena, más al interior encontramos un desierto de piedra. Y cuando llegamos a San Pedro de Atacama, hay salares y valles lunares. No sabríamos decir qué es lo que más nos ha gustado. Las dunas hacia la costa se parecían más a lo que imaginábamos que era un desierto. Y la arena hace que los lugares de acampada sean muy blandos para dormir. Además, muchas ciudades se concentran en la costa. Así era más fácil encontrar agua y comida. En el interior, no había casi nada, ni pueblos, ni agua, ni señales de vida. Apreciamos aún más la amabilidad de las personas que conocimos: un hombre en un coche que se para delante de nosotros para darnos un pack de botellas de agua (un regalo del cielo, pues ya íbamos escasos de agua), un joven que nos ve por la calle y nos invita espontáneamente a dormir en su casa por la noche o el camionero que quiere absolutamente cargar nuestras bicis detrás y llevarnos al siguiente pueblo (a lo que nos tuvimos que negar 10 veces porque no quería creer que pasábamos por aquí voluntariamente, pero al fin y al cabo estamos aquí para pedalear 😉 ). Y en San Pedro, lamentablemente, había muchos sitios turísticos cerrados. Pero ya el pueblo en sí, con sus casas de piedra bien conservadas, es encantador. Por no hablar de los paisajes que son diferentes en cada lado de la ciudad… Hay tantas cosas que ver, que entendemos por qué en tiempos normales hay varios miles de turistas cada día. ¡Pronto os contaremos con detalle todas nuestras visitas aquí, pero lo que es seguro es que hemos disfrutado de toda la travesía del desierto y que estamos orgullosos de haber llegado ya al norte de Chile!

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El desierto de Atacama

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