Costa Rica


Km 19 195

Habíamos oído hablar mucho de Costa Rica, así que nuestras expectativas eran muy altas. Al final, las experiencias fueron diferentes de lo que esperábamos. Lo primero que esperábamos era encontrarnos con un montón de animales. De hecho, Costa Rica es conocida por su rica fauna. En cuanto pasamos nuestra primera noche en la orilla de un río, ¡nos sentimos mimados! Al atardecer, dos guacamayos se besaban y se burlaban el uno del otro en un árbol por encima de nosotros. O tal vez estaban discutiendo, no estamos muy seguros. Por la mañana, los guacamayos han desaparecido, pero en su lugar encontramos un grupo de monos muy traviesos. Están a menos de 10 metros de nosotros, pero en cuanto Matthieu intenta acercarse a ellos con la cámara, se alejan por ramas lejanas o más escondidas. Cuando Matthieu guarda su cámara, ¡vuelven! Mientras recogíamos la tienda, también vimos otra morfo azul, una hermosa mariposa azul, volando sobre el pequeño río.

En Costa Rica también pensábamos visitar muchos parques nacionales, pero al final decidimos no visitar ninguno. Después de tantos meses en Sudamérica, estamos acostumbrados a los precios bajos, así que si tienes que pagar 15 USD por persona para entrar en un parque nacional si ya tienes la naturaleza a tu alrededor mientras pedaleas, nos dejó fríos. En cambio, acampamos gratis en hermosas playas, especialmente en Matapalo. La playa de arena parece interminable y las olas forman bonitos rollos continuos. Para cambiar un poco del ciclismo, probamos el surf. Matthieu salió con más moretones que olas surfeadas, Kati bebió probablemente 3 litros de agua de mar. De todos modos, ¡nos divertimos mucho!

A lo largo de la costa del Pacífico, pedaleamos entre enormes campos de palmeras para la producción de aceite de palma, ¡qué triste es destruir los hermosos bosques tropicales para eso! Afortunadamente, vimos varios guacamayos más hermosos con colas de color rojo intenso para mostrarnos la belleza de la naturaleza. Para terminar nuestro viaje por Costa Rica, pasamos la noche en la magnífica cascada de Llanos de Cortés. Justo en medio del bosque, delante de nosotros la cascada y teníamos la playita para bañarnos nosotros solos. En resumen, la naturaleza y la fauna de Costa Rica son increíbles, pero para nuestro gusto, el país ha perdido su autenticidad y parece demasiado turístico. Estamos deseando llegar a Nicaragua y volver a salir de los caminos trillados.

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